Las preguntas siguen rondando en la cabeza. Uno se vuelve a escuchar las contestaciones y con distancia las revisa, siguen funcionando despues. Se vuelve a preguntar, y se vuelve a responder. A veces con palabras, a veces la respuesta aparece en el trabajo mismo, y parece como por arte de magia. Es un proceso bello con hacer crecer algo, una planta, diria Felisberto. Como bello a veces duele, a veces no, a veces sí.