María Crimella



Dice Wikipedia: para obtener masa madre (la levadura no se hace ni se fabrica, está en el ambiente) hay que capturar los microorganismos presentes en el aire. Este cultivo necesita tres elementos básicos:

· Alimento

· Humedad

· Temperatura adecuada (similar a la del cuerpo humano)

¿Para qué sirve? Transmite al pan sabor y aroma, hace que la miga tenga más humedad, la corteza sea sabrosa y crujiente, con mejor coloración y brillo, y que la conservación sea más larga.

No es difícil prepararla, pero se necesita paciencia: es un proceso lento. Hay que cuidarla bien para que dure toda la vida.

María Crimella tiene manos de masa madre. Las características de lo que se necesita, lo que aporta y lo que representa están también en su forma de preparar la obra.

Tomamos té mirando lo que estamos mirando ahora. Y más. Hay lienzos pegados en altura, cerámicas, tejidos, recuerdos que imprimen color y niñas escondidas por el color.

Va a buscar algo y repaso mentalmente lo que hay que tener en cuenta para preparar la masa madre:

· Se puede usar cualquier tipo de harina, pero debe ser integral.

· No es esencial que el agua esté envasada, pero debe tener un tiempo de descanso previo.

· Sobre el recipiente: debe estar limpio. No importa si es de plástico o de cristal, solo necesita espacio para desarrollarse.

· Sobre el reposo: es clave en todo el proceso; debe ser un lugar tibio, como su hogar.

Crimi captura lo que está a su alrededor y crea: borda, pinta, trabaja la cerámica, enseña y aprende.

No hay nada fuera de la naturaleza en ella. La naturaleza está en ella.

No tiene urgencia, no la apura el miedo ni lo cotidiano. Son su impulso, un trampolín con el que se tira de cabeza al centro de lo que no conoce. O como dijo Mario Trejo y ella aplica sin evasión: el mejor modo de esperar es ir al encuentro.

Habla del tiempo, lo cocina en el horno estacionado del taller, ese rectángulo de paz en medio del jardín donde cuece su obra.

Y cuando necesita descansar, aprende algo nuevo, que después enseña y regala.

Ahora es de noche. Hay luz en la noche de María.

Un bordado que cura distancias y otro que borda viajes.

Y el tiempo que en esa mano no para de crecer.



Marina E. Rubio